Bienvenidas al infierno

Welcome to Hell

...y llegó el jueves 6 de julio. Mientras las iruindarras celebraban el txupinazo en Pamplona, todo Hanburgo, partidarias, detractoras y policía, nos preparábamos para la manifestación (aquí en lugar de mani le llaman demo) convocada por todos (o casi) los sectores radicales anti G20.

A la mañana salíamos para Flux, un antiguo cuartel militar de la 2°GM que grupos sociales han comprado y están reformando como albergue, cafetería y comedor, espacios de formación, artísticos y sala de conciertos y teatro. Os podéis imaginar, un lugar enooooorme, que estan reformando entre la gente militante, con ayudas estatales y donde también se contrató a la gente de lampedusa para que pudieran tener sustento y seguros sociales.

Allí estuvimos en un taller de la gente de Atenco, México, donde compartimos formas de resistencia frente a las grandes infraestructuras, las minas a cielo abierto y la represión contra los MMSS indígenas y anticapitalistas. En Alemania, el Estado español, Colombia y Argentina.

Después marchamos de nuevo a Inci, recordáis? el centro social-laboral donde Isa imparte clases de alemán a mujeres migrantes, para encontrarnos con ella, unas compas catalanas: Marta y Goss; y Xabier de Askapena. Por la zona alta de Altona, pasando incluso por la estación de tren que días atrás estaba tomada por la madera, estaba todo tranquilo.

fotoComimos en una terraza de una taberna turka charlando de la gentrificación aquí y allá, sin imaginar cómo nos encontraríamos unas pocas horas más tarde.

Hacia las 3 de la tarde, comenzamos a caminar hacia el puerto, donde se inicia la demo, allá, en un escenario que nos da la bienvenida al infierno, grupos de música, e intervenciones de las gentes de diferentes países que han venido a participar en la contracumbre. Nuestro punto de encuentro, una caseta donde sirven café, allí nos encontramos con Susana que viene del trabajo, la cafeta de la Google, a la que han dejado salir antes de la hora de cierre por miedo a los disturbios en la zona. Al poquito, nos encontramos con Reiner, nuestra compa Orereta-Alemana, Andoni de Ekintza Zuzena, Ane y Jagoba. Mientras conformamos equipo y charlamos sobre el recorrido de la demo, vemos llegar las primeras encapuchadas del Bloque Negro y hacemos unas risas, porque Goss ha encontrado en la basura una camisa Hawaiana, así que nos declaramos Bloque Playero. Justo antes de que los camiones de la Mani empiecen a tomar posiciones para salir vemos por una escalera un montón de banderas rojas y cientos de personas que vienen gritando "anticapitalista", es el bloque Bolchevique. Atrás de ellas, los destellos de los cascos antidisturbios. Comienza a posicionarse la madera y las tanketas alrededor nuestra. Durante las horas previas, tres helicópteros militares y uno de la policía no deja de sobrevolar nuestras cabezas. Nosotras acordamos un punto de encuentro por si nos perdemos, nos aseguramos de llevar los teléfonos de la EA que son las abogadas que están preparadas para asistir a las detenidas y de repente llamada de Mahats, que está ubicada un poquito más adelante nuestra y se suma al bloque playero.

Ahora imaginen, al lado derecho el puerto, al lado izquierdo escaleras que van hacia Haffenstrase, atrás nuestra el escenario y ya, tras él una manada terrible de maderos con una veintena de furgonas, delante de nosotras los camiones con la megafonía y la música (tekno) que amenizará la demo, miles de personas tras el bloque negro que abre la mani y delante de ellas otros cientos de maderos en escuadrón con las tanquetas preparadas para bloquear la demo. Por el megáfono nos dicen que no nos van a dejar salir del espacio hasta que el bloque negro no se quite las capuchas. Gritos contra la policía: "la ciudad de hamburgo odia a la policía".

fotoAnte la negativa del bloque negro, el escuadrón avanza y penetra dividiendo la demo, nosotras, avanzamos para salir del callejón donde estábamos ubicadas y vemos el costado las tanquetas preparadas. Entre Isa y Manolo me agarran para alzarme por encima de la gente para ver el espectáculo y puedo ver cómo la madera avanza y la gente que está arriba de un muro comienza a lanzarse a ambos lados para evitar las porras.

Comienzan las primeras heridas. El megáfono de la policía nos dice que no nos movamos pero comienza a cundir el pánico y la gente echa a correr. Nosotras justo a la altura de la tanketa vemos cómo, hacia el otro lado, comienzan a soltar los primeros chorros de agua contra las manifestantes y el pánico se eleva, gente corriendo y gritando hacia el lado contrario del puerto, hemos librado de churro. Despacito y pegadas a los muros de los edificios comenzamos a subir hacia una iglesia que habíamos acordado como punto de encuentro, ya nos hemos dispersado las 10 personas que íbamos juntas. Caminamos hacia adelante y vemos a algunas jóvenes del bloque negro quitarse las remeras y chubasqueros negros. Nos quedamos paradas para decidir si seguir avanzando hacia la iglesia o ir hacia la Haffen, ya que los escuadrones siguen a la gente que corre hacia el alto de la iglesia.

Volvemos a encontrarnos todo el grupo y una parte decidimos que es mejor ir hacia la Haffen, ya que allí la consigna de locales y vecinas es dejar los portales y cafetas abiertas para acoger a la gente.

fotoLlegamos a una plaza, cerca de otra iglesia donde se ha ubicado un hospital de campaña y vemos cómo los servicios sanitarios transportan en una sábana a una persona herida. Otra, con suero tirada en el suelo por donde pasó el escuadrón del infierno. En uno de los locales, cerca del info point un plasma con un canal internacional nos muestra las cargas al otro lado de la calle.

Seguimos caminando y nos metemos en el local del comedor popular de la Haffen para tomar algo de agua y comer algo. Cuando parecía que estábamos una poco tranquilas comenzamos a escribir los primeros telegram con lo que estamos viviendo e Isa y yo nos damos cuenta que se nos nubla la vista por efecto del gas pimienta. Mientras hablamos vemos por delante de las ventanas la tanketa rociar a la gente que está comiendo en la acera, manifestantes corriendo y todo el local infectado de gas pimienta. Nos dan una pastilla contra el gas y parece que los efectos se van limando. A poquito, vemos que detrás de las tanketas se ha vuelto a concentrar la demo y salimos para sumarnos. Desde los megáfonos de los camiones de música nos dicen que hay otra demo espontánea en Repperbanstrase. Aún paradas una lago tiempo, eso sí, bailando a ritmo de Queen y música tekno nos anuncian que la policía se dispersa y que las dos manis se pueden volver a reunir.

fotoComenzamos a caminar hacia Repperban y vemos cómo por las calles aledañas continúan las formaciones de maderos. Al llegar hacia la mitad de la calle volvemos a detenernos y Manolo y yo decidimos ir hacia Altona, de vuelta a casa. Ya son las 11 de la noche y llevamos de mani desde las 4. A la altura de St.Pauli, un cordón policial nos impide el paso por la avenida. En una calle cercana se encuentra el camino que va hacia el hotel de Trump. Comienza la ginkana de vuelta a casa.

Miles de personas concentradas en la Repper, miles de personas deambulan por las calles, miles de personas en las esquinas, parques, iglesias, locales del "rollo", house-proyect,…

Seguimos caminando y otro cerco, volvemos a desviarnos por callejuelas, sin conocer la ciudad. Por fin llegamos a un punto conocido, las vías del metro que nos anuncian que estamos cerca de la casa de Lars. Todo el tráfico cortado, ni un solo coche por la carretera cuando vemos un tropel de furgonas que viene por la calle que lleva a la estación central de Altona y donde cerca hay uno de los campamentos. Gritos de fuera policía y dos ambulancias que cruzan a toda velocidad. Pensamos: mala señal. Con el ruido ensordecedor de los helicópteros llegamos a casa. Nadie ha llegado aún. Escribimos a Isa para decir que llegamos bien y para alertar de los cordones policiales. Entre la cocina y la terraza seguimos comentando la jugada del día, ahora ya con risas ybromas... dentro de poco acabará otro día.

G20 Nein!!!

Aquí la crónica en 10 min. para radio pimienta: 2a. crónica desde Hamburgo de las manifestaciones masivas contra el G20

  

 

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